VILLA DIEGOS

Disfrute de los encantos únicos de la encantadora Villa Diegos, ubicada en la zona residencial de la ciudad turística de Kolymbari, en la costa noroeste de la isla griega de Creta, en las aguas azules del mar Egeo. Esta villa independiente de dos pisos tiene dos espaciosas habitaciones con baño privado y puede alojar cómodamente hasta cuatro huéspedes, ideal para una familia pequeña o un par de parejas que comparten la casa. Villa Diegos es una propiedad encantadora que combina la modernidad más moderna, con paredes de piedra rústicas antiguas y techos de madera, para crear la casa de vacaciones más encantadora.

La villa se beneficia de todas las comodidades modernas, incluido el estacionamiento seguro, viene completa con aire acondicionado y Wi-Fi gratuitos en todas partes y televisores de pantalla plana en la sala de estar y los dormitorios. La terraza de la azotea con vista a la ciudad y al mar es el hogar de su propia piscina privada, y las terrazas sombreadas brindan excelentes áreas de entretenimiento. La decoración interior rezuma encanto rústico, las piezas contemporáneas se combinan hábilmente con artefactos tradicionales y la sofisticada paleta de tonos beige y gris, con un marcado contraste blanco, son frescos y relajantes.

Una entrada privada conduce a los huéspedes a la villa, donde hay una sala de estar con paredes de piedra y encaladas, con un techo con vigas. La zona de estar tiene un cómodo sofá y un nido de mesas de café, un escritorio y una silla, y un televisor de pantalla plana. La cocina abierta, de madera y blanca, está en el piso superior y está completamente equipada con los últimos electrodomésticos para satisfacer sus necesidades durante sus vacaciones. El comedor informal interior adyacente es el lugar perfecto para reunirse para desayunar y planificar el día. Hay dos habitaciones dobles exquisitamente decoradas, cada una con camas tamaño queen, televisores de pantalla plana y hermosos baños en suite con ducha de mármol, completos con las comodidades de cortesía obligatorias. En la planta baja, hay una hermosa terraza con jardín con un juego de patio, ideal para tomar un café por la mañana. Desde la cocina se accede a la terraza superior, donde hay un comedor de seis plazas, con una barbacoa, estratégicamente situada para disfrutar al aire libre.

Sube las escaleras hasta la azotea con vistas a la ciudad y al mar, donde encontrarás tu propia piscina privada, rodeada de tumbonas. Disfruta de un refrescante baño antes de un servicio de spa en el hotel, que puede organizar el equipo de conserjería. Termina la velada frente al fuego de la azotea y observa las estrellas cuando salen a brillar.

Villa Diegos se encuentra enclavada en el encantador pueblo costero de Kolymbari, en la costa noroeste de la isla griega de Creta, en las aguas azul cerúleo del mar Egeo. La villa tiene vistas desde la azotea al mar y a la ciudad, entre la campiña cretense. Villa Diegos está a treinta y seis kilómetros del Aeropuerto Internacional de Chania, un pintoresco recorrido costero hasta tu casa de vacaciones. En el pintoresco pueblo de Kolymbari encontrará minimercados, acogedores cafés y tabernas, bancos y playas, con todo lo que necesita para sus vacaciones.

La playa de Kolymbari, organizada en parte con guijarros y en parte con arena, está a solo 8 minutos a pie de la villa. La costa noroeste es conocida por algunas de las playas más impresionantes con fabulosas instalaciones, especialmente, las arenas blancas de Falasarna, la divertida y de moda Pachia Ammos, los tonos azules de Balos y las arenas rosadas de Elafonisi. La cercana ciudad turística de Lower Platanias tiene tiendas de recuerdos y supermercados, bancos, bares y restaurantes, y una hermosa playa de arena, así como una animada vida nocturna. Upper Platanias está encaramado en una colina, con vistas panorámicas al mar y sitios históricos, desde el período minoico hasta la Segunda Guerra Mundial. Si te sientes con ganas de hacer deporte, cerca puedes montar a caballo, jugar al tenis y al minigolf, mientras que puedes pasear por la naturaleza alrededor de los jardines botánicos, el lago Agia, los manantiales de agua y la cordillera de fondo.

La ciudad medieval de Chania está a solo veinte minutos en coche de la villa.

Pasea hasta el antiguo puerto, visita los museos marítimo y arqueológico, busca consuelo en la iglesia ortodoxa griega de Agios Nikolaos, regatea en el mercado local y, a continuación, cena marisco recién capturado a la orilla del mar. Para los amantes del senderismo, la famosa garganta de Samaria, de quince kilómetros de longitud, se extiende desde Omalos hasta Agia Roumeli, con paisajes impresionantes, especies raras de cabras salvajes, una rica flora y fauna y un pueblo abandonado. El antiguo puerto de Heraklion está a dos horas en coche. Haz un recorrido por el palacio de Cnosos, visita el museo arqueológico, camina por las murallas venecianas, pasea por el casco antiguo y compra recuerdos.

Vaya más lejos hasta Vai, el extremo más oriental de Creta, donde encontrará bosques frondosos y una palmera datilera única. Explore la cueva Psychro, supuestamente el lugar de nacimiento de Zeus, y escale el monte Ida para encontrar la cueva Ideon. El Geoparque de Sitia es un ecosistema diverso de trescientos cincuenta kilómetros cuadrados de la isla, donde puede caminar por gargantas, bañarse en playas, caminar por los humedales y observar aves. Camine por el desfiladero de Richtis, camine por arroyos para llegar a la cascada de veinte metros y luego refrésquese en la atractiva piscina.

Todo a bordo de un viaje en barco, donde puede bucear o hacer snorkel sobre ruinas submarinas. Tome el ferry desde la exclusiva ciudad de Elounda hasta la intrigante isla de Spinalonga, antaño una antigua colonia de leprosos y hogar de una fortaleza veneciana, y ahora un museo al aire libre. Visite Agios Nikolaos, una ciudad portuaria que alberga un lago en su centro, un museo arqueológico con tesoros minoicos, excelentes tiendas y bares y restaurantes locales en los que sentarse y observar la vida local. Relájese con una cata de vinos y no olvide llevarse una botella o dos a casa.