BALEARIC ISLANDS, POLLENSA, ESPAÑA

Retírese con familiares y amigos a Casa Del Pan, una hermosa casa de campo rústica mallorquina, idealmente ubicada cerca de la playa de Puerta Pollensa. Con paredes de piedra tradicionales y contraventanas de madera, obras de arte y decoración, la casa es un entorno genuinamente auténtico para su escapada.

La casa está construida en dos plantas, pero el alojamiento se encuentra únicamente en la planta baja, por lo que es de fácil acceso para todos los huéspedes. Todas las habitaciones están en la planta baja y constan de 1 x doble y 2 x individuales,

A través de la entrada encontrará la amplia sala de estar, con grandes sofás mullidos, televisión vía satélite y vigas encaladas, lo que hace que el espacio se sienta espacioso y fresco. A la derecha, se puede encontrar una modesta cocina y comedor al otro lado de la terraza cubierta. A la izquierda del salón se encuentra el primero de los tres dormitorios bellamente decorados, que consta de una cama doble.

Un pequeño pasillo conduce a otros dos dormitorios, 2 de ellos con camas individuales, ambos son acogedores y cuentan con muebles de madera tradicionales, suelos de piedra y paredes encaladas. Todos los huéspedes pueden acceder al baño principal con bañera y ducha desde el pasillo. Desde la terraza exterior se puede acceder al segundo baño con ducha/bañera, así como al lavadero.

La verdadera joya de Casa Del Pan se encuentra afuera, en la letrina, con vista al área de la piscina. Alberga una impresionante zona de comedor/cocina de gran tamaño, repleta de vigas de madera inclinadas, inundada de luz natural y donde las comidas cobrarán vida gracias a la barbacoa de obra y al horno de leña. La mesa de comedor para 6 personas es el lugar perfecto para pasar una noche cenando y bebiendo, mientras que los sillones junto a la chimenea son un lugar encantador para tomar una copa o un aperitivo después de cenar.

El jardín tiene una terraza de piedra que sale desde la sala de estar, llena de plantas y muebles de comedor de exterior. A través de un bonito arco se accede a la gran piscina privada, rodeada de tumbonas. Es un lugar fabuloso para pasar un día nadando y tomando el sol. A la derecha, una segunda opción para cenar al aire libre, a la sombra de hermosos toldos de flores, está situada idealmente frente a la gran cocina/comedor y ofrece impresionantes vistas de la zona de la piscina y el campo circundante.

Aunque la propiedad tiene un largo viaje en coche, está convenientemente ubicada junto a la carretera principal de Pollensa a Puerto Pollensa, por lo que se puede escuchar el ruido del tráfico. La piscina, la terraza y el jardín se encuentran en la parte trasera de la propiedad y durante ciertas horas del día el ruido del tráfico puede ser más evidente.

La hermosa villa está situada a lo largo de la carretera entre el casco antiguo de Pollensa y el Puerto de Pollensa, por lo que tiene una ubicación ideal si desea explorar la ciudad histórica o la playa.

Una de las ciudades más atractivas de Mallorca, gracias a las sinuosas calles adoquinadas con arquitectura histórica y una impresionante plaza principal, llena de cafés, restaurantes y bares, es un hermoso lugar para explorar o salir a comer.

La ciudad también cuenta con varios sitios culturales para visitar, incluido el puente romano, "Pont Roma", que todavía está en uso, y el Puig de Pollensa, una pequeña montaña coronada por un monasterio en las afueras de la ciudad.

La ciudad de Pollensa acoge cada agosto una animada recreación de batallas y los Claustros de Santo Domingo, en el centro de la ciudad, son el lugar de celebración de conciertos al aire libre cada verano, como parte del Festival de Música de Pollensa. ¡Todos los domingos hay un mercado tradicional que no te puedes perder!

Port de Pollensa fue una vez un pueblo de pescadores, pero ahora es uno de los pueblos costeros más populares del norte de Mallorca. Un hermoso y gran puerto deportivo y una bahía en forma de herradura con un impresionante telón de fondo montañoso, el complejo es maravillosamente pintoresco y está lleno de bares y restaurantes. La playa es larga y ancha y está equipada con tumbonas y numerosos chiringuitos de moda.

Cala San Vincenc, un antiguo pueblo de pescadores organizado alrededor de cuatro pequeñas calas y aguas azules impresionantes, está a 4,5 km.