LEZIGNAN LA CEBE, FRANCIA

Después de un día explorando los idílicos viñedos de Languedoc, regrese a su encantadora casa de pueblo y beba vino local junto a la piscina, sabiendo que se hospedará en una Maison Vigneronne original con cuevas de vino perfectamente conservadas del siglo XX.

Esta casa de viticultores fue construida a principios del siglo XX con piedra local y hasta hace poco el vino se almacenaba en los depósitos (cuvas) que se pueden ver en la planta baja. Los propietarios han respetado la historia de la casa y han conservado gran parte de sus tradiciones, añadiendo al mismo tiempo su propio carácter único con objetos fascinantes que muestran su amor por las antigüedades. Disfrute de su café matutino en la barra de desayuno con taburetes de un antiguo crucero francés, cene por la noche bajo las elegantes luces de un restaurante parisino y en la elegante sala de estar encontrará un sillón infantil y una mesa de café de los años 50.

Las ventanas francesas se abren a un balcón estilo Julieta desde la sala de estar y los dormitorios, lo que aporta luz a las habitaciones del primer piso. Admire el gran armario inglés y las lámparas japonesas, también de cruceros del siglo XX, en la espaciosa habitación doble, mientras que el espejo del siglo XIX en la romántica habitación doble con baño seguramente le impresionará. Servicios como aire acondicionado, televisión vía satélite y reproductor de Blu-ray/DVD aportan comodidades del siglo XXI junto con el clásico futbolín y una máquina de pinball de 70 años para divertirse a la antigua usanza.

Es maravilloso tener una piscina en el jardín del patio, un placer especial para una casa de pueblo, sobre todo porque se puede calentar en determinados momentos. También hay una pequeña barbacoa y una preciosa zona para sentarse al sol o relajarse bajo las moreras en este pintoresco entorno.

El pueblo tiene todo lo que necesitas, desde una panadería hasta un bistró, así como un puñado de pequeñas tiendas. Pézenas está a sólo un corto trayecto en coche o en autobús, con su arquitectura histórica, calles evocadoras llenas de bonitas boutiques y galerías de arte, así como su famoso mercado de los sábados por la mañana. Otros lugares maravillosos para visitar incluyen Béziers, Saint-Guilhem-le-Désert e incluso Carcassonne, estos dos últimos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los ríos locales ofrecen natación y pesca, mientras que el lago de Salagou es un lugar increíble para caminar, andar en bicicleta de montaña y practicar deportes acuáticos. Los amantes del marisco pueden disfrutar de un almuerzo en el Étang de Thau en Mèze o cruzar la laguna en barco para descubrir los criaderos de ostras en Bouzigues. Las playas de Cap d'Agade y Marseillan Plage también están a media hora, donde encontrará largas extensiones de costa, excelentes restaurantes junto a la playa y una gran cantidad de actividades para familias.

Con tanto de Languedoc por descubrir, Le Cheval Aux Vignes está magníficamente ubicado para disfrutar de la vida tradicional de un pueblo junto con los placeres de esta encantadora y hermosa región.

En un entorno de pueblo en el departamento de Languedoc de Hérault, Le Cheval Aux Vignes se encuentra a poca distancia de un pequeño supermercado, una tienda de comestibles y una panadería. También hay un bistró francés, un bar cafetería y una farmacia en el pueblo, a pocos pasos. El pueblo es famoso por sus cebollas dulces y el primer fin de semana de julio celebran la cebolla mediante diversas festividades en todo el pueblo.

Hay un autobús cada dos horas que le lleva a la hermosa e histórica ciudad de Pézenas (4,5 km), donde encontrará una selección más amplia de restaurantes, bonitas tiendas, galerías de arte, anticuarios y una arquitectura impresionante. El mercado de los sábados por la mañana data del siglo XIV y es una visita obligada para comprar todo tipo de maravillosos productos locales; es conocido por ser uno de los mejores de la región. En julio y agosto, Pézenas organiza un festival de verano todos los viernes por la noche en el que hay vino local, buena comida, música en vivo y otras festividades en toda la ciudad.

Por supuesto, hay muchos pueblos y ciudades con mercado en toda la región para explorar en diferentes días de la semana, seguido de un delicioso almuerzo bajo los plátanos en bonitas plazas o por pintorescas callejuelas. Merece una visita especial, por ejemplo, el mercado de los miércoles por la mañana en Clermont-l'Hérault (19 km). Esta región está rodeada de olivares y viñedos y hay algunos lugares excelentes para probar los vinos locales de Languedoc.

El Lac de Salagou es un día increíblemente tranquilo donde podrá practicar kayak, remo o windsurf, nadar o remar en el lago, andar en bicicleta de montaña por fantásticos senderos o caminar en un entorno impresionante. Descubra algunos de los idílicos pueblos alrededor del lago, algunos de los cuales han sido abandonados pero conservan su encanto místico.

También es una excelente ubicación para llegar a la playa, ya que Cap d'Agade (32 km), Marseillan Plage (28 km) y Le Grau d'Agde (29 km) están a aproximadamente media hora de distancia. Desde concurridos puertos deportivos hasta playas idílicas respaldadas por pinos, la costa aquí ofrece algo para todos, incluidos parques acuáticos y deportes acuáticos para los más aventureros.

El Étang de Thau es una gran laguna famosa por sus ostras; Realice un viaje en barco hasta Bouzigues para ver los criaderos de ostras, seguido de un almuerzo de marisco en Marseillan (25 km) o Mèze (18 km). Al otro lado de la laguna, disfrute de la autenticidad de Sète, con sus largas playas junto al mar y sus paseos en barco por los canales.

Uno de los pueblos más bonitos de Francia y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Saint-Guilhem-le-Désert (37 km) también está a poca distancia en coche o diríjase hacia el este, hacia la vibrante ciudad de Montpellier (58 km). Al oeste encontrará Béziers (28 km), donde podrá experimentar lo mejor del auténtico Languedoc, especialmente durante la feria de agosto.

Finalmente, si puedes, busca algo de tiempo para visitar Carcassonne (115 km), una increíble ciudad fortificada que también es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.