LAUREL ROSE

Situada sobre una colina entre viñedos, esta villa en Dordoña entusiasmará a los viajeros que buscan comulgar con el terruño de la región. El jardín inclinado domina la campiña verde y ondulada de Saint Antoine de Breuilh, una pequeña aldea con un enorme encanto. Dentro de la villa, le encantará el ambiente sencillo y hogareño: las paredes toscas, los suelos de baldosas y madera y las vigas originales a la vista transmiten calidez y el carácter clásico de una villa vacacional.

De hecho, aquí no es difícil encontrar actividades al aire libre: los amantes del senderismo, la equitación, el tenis y el golf encontrarán su pasión en los alrededores.

St. Emilion, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está a poca distancia en coche. Pruebe vinos locales de renombre y explore tiendas y panaderías en las calles medievales adoquinadas. También encontrará muchas aventuras al aire libre, como paseos en globo, paseos en canoa por Dordoña y golf en las cercanías, o podrá recorrer castillos medievales y conocer la historia de la región.

El vino lo es todo en esta región. Siga el cercano río Dordoña 30 km al este hasta Bergerac, donde encontrará tanto el aeropuerto local como la Maison des vins de Bergerac, un museo donde podrá aprender todo sobre la denominación. Ponga en práctica sus nuevos conocimientos en las docenas de bodegas que rodean la ciudad. También estás a poca distancia de la famosa región de Burdeos. Un poco más de una hora en coche le llevará a Burdeos (la ciudad), donde podrá iniciar otro inolvidable recorrido enológico.

Sin lugar a dudas, el departamento de Dordoña es uno de los destinos con más encanto de Aquitania y quizás de todo el sur de Francia.

Laurel Rose goza de una excelente ubicación en las afueras del pequeño pueblo de Saint Antoine de Breuilh, rodeado de viñedos y bosques y bordeado por el río Dordoña.

St. Emilion, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está a poca distancia en coche. Pruebe vinos locales de renombre y explore tiendas y panaderías en las calles medievales adoquinadas. También encontrará muchas aventuras al aire libre, como paseos en globo, paseos en canoa por Dordoña y golf en las cercanías, o podrá recorrer castillos medievales y conocer la historia de la región.

Se puede llegar fácilmente a la ciudad de Bergerac, con su aeropuerto internacional, en unos 40 minutos. Es muy recomendable una visita al casco antiguo que destaca por su arquitectura medieval, calles estrechas llenas de boutiques locales y buenos restaurantes. Aquí también encontrará las imperdibles Maisons de Vins y tendrá la oportunidad de realizar un recorrido por la Route de Vins de Bergerac.

Toda la región es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes, ya que ofrece una amplia gama de actividades al aire libre, desde paseos a caballo hasta tenis, ciclismo de montaña, golf y deportes acuáticos, sin mencionar la cantidad de oportunidades para hacer senderismo.

Además de todo, a poca distancia en coche se encuentran varios pueblos locales con encantadores mercados semanales, excelentes restaurantes y atracciones históricas.